lunes, 3 de noviembre de 2008

¿A DONDE VAMOS A PARAR?



Murió Sentido Común*
Hoy lamentamos la muerte de un querido amigo : Sentido Común

Ha estado entre nosotros durante muchos años.

Nadie sabe a ciencia cierta cuántos años tenía, puesto que los datos sobre su nacimiento hace mucho que se han perdido en los vericuetos de la historia.
Será recordado por haber sabido cultivar lecciones tan valiosas como "hay que trabajar para poder tener un techo propio sobre la cabeza", que "se necesita leer todos los días un poco", saber por qué "los pájaros que madrugan consiguen lombrices", y también por reconocer la validez de frases tales como "la vida no siempre es justa", y "tal vez haya sido yo el culpable".

Sentido Común vivió bajo simples y eficaces consignas (no gastes más de lo que ganas) y estrategias parentales confiables (los adultos, no los niños, están a cargo).

Su salud comenzó a deteriorarse rápidamente cuando se aplicaron reglas bien intencionadas pero ineficaces: informes respecto de un niño de seis años acusado de abuso sexual por haber dado un beso a una compañera de clase; adolescentes que debieron irse a otro colegio por haber denunciado a un compañero distribuidor de droga, y una maestra despedida por reprender a un alumno indisciplinado, sólo hicieron que empeorara su condición.

Sentido Común perdió terreno cuando los padres atacaron a los maestros sólo por hacer el trabajo en el que ellos fracasaron: disciplinar a sus ingobernables hijos.

Sentido Común perdió el deseo de vivir cuando los Diez Mandamientos se convirtieron en material risible, algunas iglesias en negocios y los criminales empezaron a recibir mejor trato que sus víctimas.

Para Sentido Común fue un duro golpe que uno ya no pueda defenderse de un ladrón en su propia casa, pero que el ladrón pueda demandarnos por agresión; y que si un policía mata a un ladrón, incluso si éste estaba armado, sea inmediatamente investigado por exceso de defensa, cuando no, acusado de gatillo fácil.

La muerte de Sentido Común fue precedida por la de sus padres, Verdad y Confianza, la de su esposa Discreción, la de su hija Responsabilidad y la de su hijo Raciocinio.

Lo sobreviven sus tres hermanastros: Conozco Mis Derechos, Otro Tiene la Culpa, y Soy Una Víctima de la Sociedad.

No hubo mucha gente en su funeral porque muy pocos se enteraron de que se había ido. (texto sacado con el permiso del blog El Mundo de Luthien de Calafafas,la elfa)

4 comentarios:

María dijo...

Lola, mi niña que razón tienes, yo veía venir ya esa muerte anunciada.........La verdad que este mundo se ha quedado sin frenos, a los que aún nos quedan tenemos que intentar que no se nos extropeen.........
Un abrazo. María

Perenken dijo...

Me ha encantado este texto Lola, cuanta razón tiene, como te han dicho era una muerte anunciada, pero bueno, yo tengo la esperanza de que resurja de las cenizas cual ave fénix y se vuelva a instalar en nuestro cuerpo.
Espero que el clima haya mejorado por ahí. Un besazo bien grande

Maria José dijo...

Hasta dónde vamos a llegar? esto va a ser un desastre y cada día más. Pero espero que todo cambie a mejor, porque si no... No sé qué va a ser de los que día a día nos esforzamos para que todo vaya como es debido... Un saludo... y a ver si pones alguna recetita que cada vez que te leo me pongo mala, jajajajajaja Besos!!!!

Juan Hernández dijo...

Este texto tiene más razón que un santo. Ahora lo que priva es el sin sentido. Pero tranquilos que aquí no pasa nada, esto es jauja, la culpa la tienen todos los demás. ¡Viva el sentido común!
Saludos